Breve semblanza de Jaime Molina:
Cuando Theresita (a la que Jaime tanto quería) muere, sus hermanas de comunidad se preguntan:
¿Qué decimos de ella? ¿Qué es lo que ha hecho?
Con Jaime bien podríamos hacer un paralelismo.
Hay quien se pregunta:
¿Quién es Jaime?
¿De qué comunidad era?
¿Qué es lo que ha hecho?...
Para los que tuvimos la suerte de conocerlo, de tratar con él, de ser hermanos y amigos suyos, de Jaime bien podría decirse que es el hombre que "pasó haciendo el bien en zapatillas", sin ruido, sin ningún tipo de protagonismo, sin ninguna pretensión...
Fue, ¡ES! el hombre bueno, sencillo, servicial, disponible, cercano, en apariencia serio, pero al que le gustaba convivir, con-beber y la alegría.
Es el hombre de una inteligencia y un conocimiento inmenso pero nunca hizo alarde de ello, sino todo lo contrario, todo lo puso a disposición de los demás.
Las charlas magistrales que nos daba, eran tan profundas y entendibles...
¡Gracias Jaime!
Era, es un enamorado de su vocación Mies, de su carisma, de su espiritualidad.
Pero lo dicho anteriormente, ¡todo en zapatillas!
¡Gracias Jaime por vivirlo y transmitirlo!
¡Gracias por tu cariño y amistad!
¡Gracias por todo, gracias por tanto!
Tu marcha tan repentina nos cogió a todos de sorpresa y ha supuesto un duro golpe y mucha tristeza...
Pero nuestra alegría como creyentes es saber que sigues vivo y vives en plenitud junto a AQUEL que tanto amas, junto a su MADRE a la tanto quieres y junto a tantas personas queridas por ti.
¡Gracias hermano, amigo, maestro, jefe...!
¡Un Abrazo Grande!
¡TE QUEREMOS!
Firmado: Antonio Galán