El Padre Diego Ernesto, sevillano de nacimiento pero malagueño de adopción, como él decía, nace el 10 de Junio de 1929 y viene a Málaga el 22 de Diciembre de 1933, con 4 años de edad. Desde pequeño muestra sus dotes artísticas realizando pinturas e imágenes y también un gran amor a la Virgen concretado en Nuestra Señora de la Amargura, la Zamarrilla y más tarde en la Macarena. El 30 de Septiembre de 1947 entra en el Seminario de Málaga con18 años. El 13 de Mayo de 1956 es ordenado sacerdote en la Catedral de Málaga y el 14 de Mayo celebra su primera Misa en la capilla del Seminario. El 12 de Octubre de 1956, día de la Virgen del Pilar, celebra la 1ª Misa Solemne en la Basílica de la Macarena de Sevilla, donde recibe la inspiración de Mies: “Todo lo que somos en Ella y por Ella lo vi” María quería que se la consolase salvando a los niños y jóvenes con la liberación de Cristo, especialmente a los más marginados y ellos necesitaban de la Madre para llevar una vida cristiana. El 24 de Junio de 1957, llega a la Parroquia de Ntra. Sra. de la Amargura, como Vicario parroquial y el párroco Don José Ávila le indica que se dedique a los niños y pronto muchos niños acuden a las reuniones y se forma la “Congre” Más adelante serían muchos y muchas jóvenes los que se reunirían con él bajo la consigna: “Guerra al desaliento” El 19 de Marzo de 1963, funda la Obra Mies y en los años sucesivos hay un despliegue por muchas parroquias de Málaga y provincia, que aglutina un gran número de niños y jóvenes. La vida de Diego Ernesto fue un contínuo darse a los niños, a los jóvenes, a los necesitados, a sus Misioneros de la Esperanza: Confesiones, horas de atención en la dirección espiritual, charlas, reuniones, Ejercicios Espirituales, retiros, viajes visitando las distintas ciudades y pueblos y todo esto enfermo y sin quejarse. Progresivamente, fue ocupando un segundo plano, dejándolo todo en manos de los Responsables y de las Asambleas Generales. El 26 de Junio de 2005, a las 3,30 de la tarde, el Señor se lo llevó consigo al cielo. En el Acto Mariano, a los pies de la Virgen de la Victoria, estuvo, aunque ya resucitado. El 27 de Junio, a las 5 de la tarde, se celebró una Misa multitudinaria, con la presencia del Obispo de Málaga, D. Antonio Dorado Soto, sacerdotes, familiares, Mies venidos de todas partes de España y amigos. Al salir el féretro de la Iglesia, se le dio un aplauso que duró varios minutos. Sus restos fueron incinerados y actualmente se encuentran sus cenizas y también las de su madre y hermana, en la Capilla del Centro MIES de Málaga. Toda la vida del Padre, es un verdadero signo y testimonio para nosotros, Misioneros de la Esperanza, de lo que significa una vida entregada hasta el final, haciendo realidad la petición que grabó en su corazón en sus años de Seminario: “Pastor bueno, haznos buenos pastores, prontos a dar la vida por las ovejas”. Él lo fue y ¡hasta qué extremos! Firma: Maleny Nieto