¿Cómo es tu fe? ¿Cómo encuentra el Señor nuestros corazones? ¿Un corazón firme como una piedra o un corazón de arena, es decir dubitativo, desconfiado, incrédulo? Hoy, nos hará bien pensar en esto. Si el Señor encuentra en nuestros corazones una fe no digo perfecta, sino sincera, genuina, entonces Él ve en nosotros, también, las piedras vivas con las que construir su comunidad.