RESEÑA DE INMACULADA SÁNCHEZ (⭐5-12-1960 ⚓2-1-1994 ✝1-5-2020) HERMANA MIES DE BADAJOZ. COMUNIDAD NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE “Se nos ha muerto como del rayo” nuestra hermana de comunidad, Inma, “con quien tanto queríamos”. Nuestros corazones están rotos, pero nuestra Fe en Dios nos ayuda a mirar su muerte con ojos de Esperanza. Contemplando la vida de Inma, comprendemos que se nos ha presentado el rostro del Señor en sus acciones y sus palabras. Dios la llamó un día a MIES, a hacer Comunidad, al apostolado con niños y jóvenes, a ser Consagrada a Él, y ella dijo sí. A pesar de sus debilidades, con tesón y paciencia, se mantuvo siempre constante en su apostolado y su compromiso con la comunidad y con su familia. Su Fe y su Confianza siempre en Dios en cualquier situación, la sostenían. Nació en Navalvillar de Pela, un 5 de diciembre de 1960, cercana a la festividad de su nombre, Inmaculada. El 2 de enero de 1994 se vinculó a Mies tras un periodo de conocer otros grupos y discernir en el grupo de iniciación de la Comunidad de Badajoz y el 22 de diciembre de 2018 emitió sus promesas en la Asociación Misioneros de la Esperanza en su afán de estar más cerca del Señor y cumplir su voluntad. Inma era científica. Su pensamiento analítico de química nos sorprendía y se revelaba con frecuencia muy diferente al del resto de la comunidad. Analizaba y concluía; sencillamente aceptaba y asumía, pero siempre de manera positiva, con alegría serena y con paz interior. Todo lo afrontaba con ese talante de “te ha tocado”, que no buscaba justificaciones ni razones. Solo un “hay que hacerlo”, “hay que vivirlo”, y ya está, y ella lo afrontaba con alegría y paz. A Inma el Señor le ha regalado muchos dones, y ella siempre los ha puesto al servicio de los demás, desde la sencillez y la gratuidad. Siempre disponible, servicial y cercana, atenta a las necesidades de su familia y de los hermanos de comunidad, preguntaba por el trabajo, los hijos, los padres, se interesaba por nuestras vidas. Pero no sólo de las personas que tenía cerca; se preocupaba y se ocupaba también de manera preferente por los más necesitados y queridos del Señor. Socia de Cáritas, en oraciones y Eucaristías siempre la oíamos pedir por la Paz en el mundo, por los conflictos de Oriente Medio, por los parados, por los niños y las familias del Centro, por las situaciones difíciles de sus alumnos y sus familias, por sus compañeros de trabajo, por los enfermos... Inma era sencilla, simple a veces; transparente, sin dobleces y con frecuencia hasta previsible. Su mirada siempre limpia, confiada. En silencio, hacía vida el “ora, lucha y confía”, apegada a la Virgen María, Inmaculada y Esperanza, agarrada al amor y a la misericordia de Dios Padre. En los momentos de oración comunitaria derramaba una Espiritualidad confiada, honda y profunda, enraizada sobre la roca de Jesús nuestro Señor, que empapaba a la Comunidad de serenidad y de Fe. Su familia, su trabajo en el instituto, la Comunidad y el apostolado en el Centro, ocupaban su tiempo y su corazón. Puesta siempre en manos de Dios, afrontaba las dificultades y pruebas de la vida con serenidad y confianza, animándonos siempre con palabras de fe y esperanza. Es lo que haría ahora. Es lo que quiere. Tengamos Fe, confiemos. Adoraba salir al campo, caminar, disfrutar del sol y el aire libre. Concienciada de la necesidad de cuidar la casa común, activista del reciclaje y del aprovechamiento de todos los recursos de forma responsable. Disfrutaba de las comidas y siempre tenía palabras de agradecimiento para los anfitriones y quienes habían cocinado las ricas viandas de ese día. Le gustaba tomar su copita de vino, que ella misma traía siempre para compartir. A Inma le gustaba cantar, tenía buena voz y buen oído y disfrutábamos mucho cantando en Eucaristías y oraciones, dejando que las letras y la música nos ayudaran a rezar. Empezamos ahora un nuevo caminar. Nuestra comunidad no va a ser la misma sin Inma en la Tierra. Ya no lo es. Tiene que ser más fuerte, más auténtica, más unida, más de Dios. Nuestra Comunidad está ahora más cerca de Dios porque Inma nos ha llevado con ella al Cielo. Como nosotros la llevamos muy dentro. Inma VIVE en los que la queríamos. Inma VIVE en la Comunidad. Descansa en paz, hermana querida. Tu Comunidad Ntra. Sra. de Guadalupe de Badajoz.