Un año más los Misioneros de la Esperanza de Málaga peregrinamos al Santuario de la Victoria para encontrarnos con la Madre, la Patrona de Málaga. Un momento lleno de recuerdos, ilusiones, deseos de santidad…
Un año más los Misioneros de la Esperanza de Málaga peregrinamos al Santuario de la Victoria para encontrarnos con la Madre, la Patrona de Málaga. Un momento lleno de recuerdos, ilusiones, deseos de santidad…
Un gusto ver el santuario lleno de hermanos de una misma vocación a los píes de la Señora, de la Madre. En recogimiento, levantando la mirada a aquella que nos lleva de la mano al encuentro con su Hijo. Un momento de familia. Una alegría.
Allí a sus píes, dejamos unos ramos de flores pero las flores más bonitas son aquellas que dejamos y que no se ven, las flores de nuestra entrega a su Hijo y su Reino.