Ha fallecido José Sánchez Luque, un cura diocesano. Uno de los apodos cariñosos que tenía era “Pepe Carriles”. Pero dicho sobrenombre no era baladí. Definía el talante del ministerio de Pepe. Ser cura era querer a la gente; y si la gente de sus pueblos necesitaban carriles en aquella época, pues por amor a Dios y a ellos, se movían cielo y tierra y se les hacían carriles. Con esa forma de entender el sacerdocio vivió Pepe. Ahora, el carril hacia el Padre se le ha abierto de par en par. Gracias por tu entrega al Evangelio como cura. Descansa en paz.