Yo recuerdo a Mari Pepa Pendón y su celo apostólico por las parejas: cuando ya estaba enferma y no le habían diagnosticado aún fue a los Boliches a dar una charla sobre las parejas, yo la llevé. ¡Qué misionera! Qué importante alentar a los alejados y qué pereza nos da. Siempre disponible para hablar con todo el mundo. Con mi marido habló un montón de veces antes de hacerse novio mío. Iba a misa todos los días a la Puri, por la mañana, con un grupito, y contagiaba a los jóvenes. Firma: Macu Guarino.