día 4
LUCHA POR EL QUE NADIE ESCUCHA
LECTURA BÍBLICA
Lucas 10, 25-37 El buen samaritano
La Parábola del Buen Samaritano es una de las más conocidas de las parábolas de Jesús, relatada en el Evangelio de Lucas, capítulo 10, versículos del 25 al 37. La parábola es narrada por Jesús con el fin de enseñarnos que el amor y la caridad son la ley que nos debe siempre guiar.
Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que he de hacer
para tener en herencia vida eterna?»
Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con
toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces: «Bien has
respondido. Haz eso y vivirás». Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a
Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle,
se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un
sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por
aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó
junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas,
echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le
llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los
dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando
vuelva." ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de
los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le
dijo: «Vete y haz tú lo mismo».