día 2
NO TE ANDES POR LAS RAMAS,
DIOS TE LLAMA
DIEGO ERNESTO
Los primeros años de Diego Ernesto. Contar a los niños
El padre de Diego Ernesto, que se llamaba Andrés, no era creyente y su madre Mercedes sí, pero no tenía gran formación religiosa. Estudió en colegios laicos con profesores ateos, aunque eran buenos profesionales. Diego Ernesto perteneció a la Juventud de Acción Católica de San Felipe Neri. Él decía, que a pesar de que iba al Círculo de la Parroquia, era bastante mundano y no se le pasaba por la cabeza lo de “meterse a cura”. Estudiaba la carrera de Comercio, que no le gustaba nada y entre que le suspendieron tres asignaturas en el último año y verse sin futuro y el hecho de hacer unos Ejercicios Espirituales en Villa San Pedro, sintió la llamada de Dios al sacerdocio. Tenía una novia que se llamaba Maruchi Egea. Diego Ernesto dice que rezaba mucho por él y que le debe su entrada en el Seminario. Tuvo dificultades y oposición por parte de su padre, pero el 30 de septiembre de 1947, a la edad de 18 años, Ernesto entró en el Seminario de Málaga.
N ¿Cómo descubre su vocación? ¿quién le ayuda?
N ¿Qué dificultades tuvo?
N ¿Sabes a qué se dedicó justo después de ordenarse sacerdote?
Más información para el/la responsable
Sus primeros años en familia. Los estudios
Diego Ernesto Wilson Plata era hijo del matrimonio formado por Andrés Wilson Carballo y Mercedes Plata Olmedo. Andrés y Mercedes habían contraído matrimonio en 1925 en la parroquia de Ómnium Sanctorum de Sevilla y llegaron a tener tres hijos: Carlos, Diego Ernesto y Josefina. Carlos era dos años mayor que Diego Ernesto y Josefina, dos años más pequeña.
Diego Ernesto nace el 10 de junio de 1929 en Sevilla. Lo bautizaron el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, en la parroquia de San Lorenzo, con el nombre de Diego de la Santísima Trinidad. Su padre quiso componer el nombre bautismal añadiéndole el de Ernesto y así lo hicieron también en su familia. Al final, se le conocería como el padre Diego Ernesto.
Por razones de trabajo, la familia Wilson se traslada a Málaga el 22 de diciembre de 1933. Cumplidos los 5 años, empieza a cursar sus primeros estudios en una Escuela Graduada del malagueño barrio de la Trinidad. En 1937, dada la situación bélica en que se ve envuelta Málaga, en donde estaba prohibida cualquier manifestación religiosa por orden gubernamental, la familia se desplaza a Sevilla con el fin de que el niño pueda recibir su Primera Comunión, sacramento que consuma el 30 de mayo en el colegio de las Carmelitas de la ciudad del Guadalquivir. Ese mismo día, el muchacho tiene la oportunidad de ver, por primera vez, la Virgen de la Esperanza Macarena, de la que tanto había oído hablar a sus padres.
Unos meses más tarde, el 15 de septiembre, ingresa en la Escuela Preparatoria que había en el instituto (hoy, Instituto de Enseñanza Secundaria) Vicente Espinel, ubicado en la calle Gaona, único instituto que había en Málaga en aquella época y que todavía continúa desempeñando su funciones educativa y docente.
No es necesario ser muy avispado para percatarse de que ya, desde pequeño, Diego Ernesto daba señales de una tendencia poco habitual entre los niños hacia los asuntos religiosos. Así, era particularmente llamativa su gran devoción por la Virgen de la Amargura (conocida por la ‘Virgen de Zamarrilla’), que, en aquel tiempo, tenía su camarín en la iglesia de San Felipe Neri, su parroquia.
A lo largo de 1938, era habitual verlo todas las tardes camino de la Escuela de Artes y Oficios, donde se había matriculado de Dibujo Artístico. Esa escuela fue su centro de formación como escultor y pintor. El 20 de junio de 1940, concluida ya la Guerra Civil, y con 11 años de edad, pudo recibir en Málaga el sacramento de la Confirmación, tras lo cual el muchacho pide permiso a su padre para formar parte en la Juventud de Acción Católica de la parroquia de San Felipe.
Unos años más tarde comienza a estudiar la carrera de Comercio Mercantil, que parece no satisfacer sus necesidades espirituales. Y el 30 de septiembre de 1947, día de San Jerónimo, con 18 años cumplidos, entra en el Seminario Diocesano de Málaga, al que pertenecerá 9 años consecutivos. Durante esa etapa de seminarista tiene diversas experiencias apostólicas con niños y jóvenes con desigual resultado pero que le van a mostrar algo de lo que va a ser su futuro camino y misión dentro de la Iglesia.
Diego Ernesto, sacerdote
Por fin, el 13 de mayo de 1956, festividad de Nuestra Señora de Fátima, el seminarista Diego Ernesto Wilson es ordenado sacerdote en la Santa Iglesia Catedral de Málaga por el obispo auxiliar de la Diócesis Emilio Benavent Escuín. Por entonces, la titularidad de la sede episcopal la ostentaba Ángel Herrera Oria, quien había delegado en Benavent la administración de este sacramento. Estaba a punto de cumplir los 27 años.