día 1
TUS DONES PARA QUE LOS DONES
LECTURA BÍBLICA
Adaptación lectura de los talentos
Había una vez un hombre que tenía un negocio de construcción. Este hombre tuvo
que salir de viaje y llamó a sus tres empleados y les dijo: —Tengo que ir en un
largo viaje así que les dejo a cargo del negocio. He preparado una caja de
herramientas a cada uno de ustedes para que la utilicen en el negocio hasta mi
regreso.
Entonces el hombre le entregó, a cada uno de sus
empleados, una caja de herramientas. Cada caja contenía todas las herramientas
que cada uno de ellos necesitarían para el trabajo que el hombre esperaba que
ellos hicieran, pero como cada empleado tenía habilidades diferentes de los
demás, cada caja de herramienta era diferente. Al primer empleado le dio una
caja de herramienta muy grande con cuanta herramienta fuera posible imaginar.Al
segundo le dio una caja más pequeña, pero la cual tenía bastantes y variadas
herramientas. Al tercer empleado le facilitó una caja de herramientas con muy
pocas herramientas, pero las suficientes para que el empleado hiciera lo que se
esperaba de él.
El hombre se fue de viaje. Al regresar llamó a
sus empleados para ver que habían hecho mientras el viajaba.
Figura 2
El primer empleado dijo: —Yo sé de tu gran amor
y preocupación por las personas que no tienen hogar, así que usé la caja de
herramientas que me entregaste para construir hogares para los necesitados.
—¡Eso es maravilloso!— dijo el jefe. —Has
trabajado tan bien que te voy a poner a cargo de todas las nuevas construcciones
de la companía.
Figura 3
El segundo empleado dijo, —Conozco del gran amor
que sientes por las personas de mayor edad, así que usé la caja de herramientas
para arreglar las casas de los ancianos que no podían arreglarlas.
—¡Eso es tremendo!— dijo el jefe. —Has trabajado
tan bien que te voy a poner a cargo de todas los arreglos y el mantenimiento de
la companía.
Figura 4
Entonces, se viró y miró a su tercer empleado y
le preguntó: —¿Qué hiciste con las herramientas que te di?
—Sé que eres un jefe muy exigente y que
esperabas mucho de cada uno de nosotros. Temí que al usar cualquiera de las
herramientas una de ellas se me rompiera o pudiera perderla y te enfadaras. Así
que las guardé en un lugar seguro. Han estado en ese lugar desde que te fuiste.
Mira aquí están....¡como nuevas!
—¡Qué empleado flojo eres! No te di las
herramientas para que las guardaras en un lugar seguro. Te las di para que las
usaras en mi negocio. ¡Estás despedido!
Como los otros habían demostrado que podían
hacer un buen uso de la caja de herramientas, el jefe tomó la caja del empleado
que había sido despedido y lo dividió entre los otros dos empleados.
Creo que este cuento nos demuestra lo que Dios
ha hecho en cada uno de nosotros. Él nos ha dado herramientas para construir
parte de su reino. No todos tenemos las mismas herramientas pero Dios espera que
utilicemos las herramientas que nos ha dado. Si así lo hacemos, Él nos dará más;
pero si no las utilizamos aún esas que nos dió nos la quitará y se las dará a
otro que pueda utilizarlo.
Escucha las palabras de Jesús, —Porque al que
tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será
quitado.
Querido Señor, ayúdanos a ser fieles en la
utilización de los dones que nos has dado para que ayudemos a otros y
contruyamos tu reino. Amén.