día 5
María, junto a la cruz,
madre nuestra y de Jesús.
CUENTO
Besos al aire
Hace algún tiempo, un amigo castigó a su hija de tres años por desperdiciar un pliego completo de papel dorado para envolver regalos. Estaban escasos de dinero y él se puso furioso cuando la niña trató de decorar una caja para ponerla bajo el árbol de Navidad.
A pesar del castigo, la pequeña niña le llevó el regalo a su papá la mañana siguiente y le dijo: “Esto es para ti, papá”. Él se sintió avergonzado de su reacción anterior, pero su enojo volvió cuando vio que la caja estaba vacía. Entonces él le gritó: “¿No sabes que cuando uno da un regalo, se supone que haya algo dentro de él?”. La pequeña niña lo miró con lágrimas en sus ojos y dijo: “Papi, no está vacía; yo tiré besitos dentro de la caja, todos para ti, papá”.
El padre se sintió destrozado. Rodeó con sus brazos a su hijita y le rogó que lo perdonara.
Mi amigo conservó por años aquella caja dorada junto a su cama. Cuando se sentía desanimado, sacaba uno de aquellos besos en el aire y recordaba el amor con que la niña los había depositado allí.