día 5
María, junto a la cruz,
madre nuestra y de Jesús.
La Fidelidad, Amor incondicional, regalo de Jesús a la humanidad, se hace nuestra madre. El joven que acoge a María.
EQUIPO
1.- Partimos de la vida. Diego Ernesto, delante de María, soñó cómo tenía que ser la obra Mies. Tras leer el evangelio de la viuda de Naím, la Virgen de la Esperanza le movió a estar pendiente de tantos niños y jóvenes que sufren. Ernesto comprendió y nos transmitió a todos los misioneros que María es nuestra Madre y como madre nos acompaña, y como a una madre debemos quererla. María fue de las pocas que se mantuvo junto a Jesús, su hijo, junto a la cruz, en uno de los momentos más duros y dolorosos. Y ahí, en medio de ese dolor, Jesús nos la regala como madre a todos nosotros. Estar junto a la cruz es muy difícil, hay que ser muy valiente para estar ahí. Pero María sabe ver que la cruz no es un fracaso, es el paso a la Resurrección y a la salvación. Ella es fiel hasta el final y sabe ver a Dios en medio de esa oscuridad. En el equipo trataremos de profundizar en dos virtudes de María: en primer lugar en la fidelidad y constancia de María, aún en los momentos más difíciles; y, en segundo lugar, el consuelo y compañía que nos da como Madre que nos quiere y acompaña. Esto no quiere decir que resuelva nuestros problemas o nos libre de ellos, sino que estará a nuestro lado en las dificultades para superarlas. Para ello haremos una dinámica con el grupo: usaremos las gafas de María. Con las fotos que se adjuntan (enfermedad, guerra, hambre, violencia, etc.)[1] haremos turnos: primero un miembro del grupo describirá lo que se ve en la foto y lo que sugiere. A continuación, otro niño o niña describirá la misma foto pero en positivo. Por ejemplo, en la foto del hospital se puede ver una habitación de hotel, la recuperación, gente que se preocupa por uno, etc. (Quizás en la primera foto el responsable tenga que ayudar un poco para que los niños sepan cómo hacerlo). La finalidad de la dinámica es hacerles ver que se pueden sacar cosas positivas en la adversidad y, en segundo lugar, que para poder usar las gafas de María hay que estar cerca, si no, no veremos nada.
2.- Tu Palabra nos da Vida. Jn 19, 25-27 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María de Cleofas y María la Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al lado al discípulo predilecto, dice a su madre: -- Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: -- Ahí tienes a tu madre. Desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa. Despúes de leer el texto, el responsable dirigirá un pequeño diálogo con los miembros del grupo para ver qué nos quiere decir: - ¿Hay mucha amigos de Jesús al pie de la cruz o pocos? ¿Por qué y cómo estaría María ahí? ¿Qué hacemos nosotros cuando vemos a un amigo con problemas? - ¿Qué quiere decir que María es nuestra Madre? ¿La tratamos como a tal? ¿Estoy cercano/a a Ella?
3.- La vida en oración. Hacemos una pequeña oración en la que cada niño le dedicará una petición o acción de gracias a María, a lo que el resto del grupo contestará con la frase del Ofrecimiento del día que escribió Diego Ernesto: Madre, cuida a tu hijo que en ti espera. 4.- Entrega tu vida Podemos hacer un compromiso de grupo para el campamento que puede ser rezar por la noche tres Ave María, como Bosco aconsejaba, y animarlos a seguir esa costumbre. Se puede encargar cada día a uno del grupo. Si se ve oportuno se pueden hacer compromisos individuales en los que cada niño haga un regalo a nuestra Madre: una manualidad y ofrecerla en la capilla, una jaculatoria, ofrecer algo que nos cueste un pequeño esfuerzo…
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cajón de recursos
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