día 2
No busques más por ahí,
Dios está dentro de ti.
Virtudes y defectos. Aceptarse y quererse. Dios vive dentro de mí. Humildad. El respeto por uno mismo. Hacerse valer. Conocerse a sí mismo para crecer.
EQUIPO
OBJETIVO
En el equipo de hoy, plantearemos una serie de reflexiones y
dinámicas que lleven a los niños a afianzar dos ideas claves:
-
Yo soy la casa de Dios, el vive dentro de mí y está siempre conmigo.
-
Como soy la casa de Dios, eso conlleva una cierta responsabilidad:
tengo que tener la casa bonita para Dios.
PARTIMOS DE LA VIDA
Antes de nada, ponemos el grupo en manos del Señor, para que
nos ayude a tener los oídos abiertos a la cantidad de cosas que
tiene que decirnos hoy.
INTRODUCCIÓN
Todos nosotros, tenemos la suerte de tener una casa. Allí es donde
vivimos, donde comemos… pero sobre todo es donde nos sentimos a
gusto. En casa me pongo cómodo, soy natural. Es donde puedo jugar, o
pensar o estar con mi familia.
También Dios tiene una casa, pero ¿cómo es la casa de Dios? Sobre
esta idea girará el equipo de hoy.
DINÁMICA 1 ¿Cómo es
la casa de DIOS?
Vamos a proponer una dinámica a los niños. Vamos a dibujar la
casa de Dios. Sabiendo que Dios es todopoderoso como sabemos que
es, pues podemos imaginar que Él puede elegir cómo quiere que
sea su casa. Una casa que, lógicamente, debe estar a la altura de su
condición de Dios.
Le decimos a los niños que cada uno vamos a dibujar una casa para
Dios. Que se imaginen cómo podría ser esta, que no escatimen en
detalles. Pueden inventar habitaciones especiales (ej. Una
habitación con una pantalla gigante desde la que Dios nos puede ver,
una cocina que fabrique regalos para los demás, etc.). El
responsable se encargará de animar a los niños a que utilicen su
imaginación y se “piquen” entre ellos a hacer la casa más chula.
Una vez que hayan dibujado la casa (unos 5-7 minutos), pasaremos a
que cada uno explique su dibujo.
(Se recomienda completar esta dinámica con la dinámica 2 del cajón
de recursos).
TU PALABRA NOS DA
VIDA
El responsable introduce la idea clave: a pesar de poder elegir
la casa que quisiera, Dios ha decidido que su mejor casa somos
nosotros.
Después de esto, el responsable propiciará el diálogo. Puede
utilizar alguno de estas preguntas, conduciendo la conversación
hacia los dos objetivos señalados al principio de esta hoja.
·
¿Qué os parece que Dios,
pudiendo elegir su casa nos elija a nosotros?
·
Sabiendo que Dios está
dentro de nosotros, ¿Cómo podemos tener la “casa” bonita para Dios?
·
¿Qué cosas que hago
“ensucian la casa” para Dios”?
Todo esto lo sabemos porque Jesús nos lo dijo, y lo tenemos en su
palabra, vamos a leerla atentos:
Jn 15, 4-8
. 4 Permaneced
en mí, y yo permaneceré en vosotros. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y
vosotros tampoco podéis ser fructíferos a menos que permanezcáis en
mí.
5 »Ciertamente, yo soy la vid; vosotros sois las ramas. Los que
permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque,
separados de mí, no pueden hacer nada. 6 El que no permanece en mí es desechado como rama inútil y se seca.
Todas esas ramas se juntan en un montón para quemarlas en el fuego.7 Si vosotros permanecéis en mí y mis palabras permanecen en
vosotros, podéis pedir lo que queráis, ¡y os será concedido! 8 Cuando producís mucho fruto, demostráis que sois mis verdaderos
discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.
VIDA EN ORACIÓN
PARTE 1
Vamos a leer el siguiente poema de Gloria Fuertes, escuchando
atentos para ver cómo nos habla de dónde está Dios.
"Un hombre pregunta..."
la mezquita blanca.
mineral o planta.
Gloria Fuertes
PARTE 2
Vamos a dedicar unos momentos a hablar con Dios que sabemos que está
dentro de nosotros. Para poder escucharlo, tenemos que aprender a estar
en silencio, aunque nos cueste trabajo. Para escuchar al Señor,
vamos a guardar silencio durante unos pocos minutos (el responsable
contará no más de 5 minutos).
Podemos introducir el silencio diciendo a los niños que se tumben, que
cierren los ojos y que respiren. Podemos poner alguna canción (En el
cajón de recursos se adjunta una canción instrumental para el momento
del silencio).
Cuando conseguimos quedarnos en silencio, vamos a hablar con el Señor
que sabemos que está dentro de nosotros. Podemos darle las gracias,
contarle algo que nos preocupa, o pedirle que nos ayude a ser mejor casa
para Él.
ENTREGA TU VIDA
Antes de terminar, vamos a ponernos un compromiso. Vamos a decir en voz
alta algo a lo que nos comprometamos en el día de hoy para tener la casa
“limpia y bonita para el Señor”. Puede ser una actitud, un gesto hacia
otra persona, un pequeño esfuerzo…
Terminamos poniendo todas nuestras intenciones en manos de María,
la primera casa de Dios, ella vivió Dios en carne y hueso, seguro que
ella sabe ayudarnos a poner la casa bonita para el Señor.
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cajón de recursos
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