día 6

Estoy cerca del Señor

si hago todo con amor.

 

Dios es amor. Amar es un estilo de vida. El amor todo lo transforma. Felicidad = Amar. Amor como actitud.

EQUIPO

 

EQUIPO BÁSICO

1.    Partimos de la vida

Comenzamos escuchando la canción “Si no tengo amor” de Brotes.

“Si no tengo amor, no soy nada

Nada soy, si no tengo amor

Nada soy, nada soy

Si no tengo amor”

 

A continuación ponemos en el centro del grupo una cartulina con la siguiente frase en grande (de la Madre Teresa de Calcuta):

 

HAY QUE HACER LAS COSAS ORDINARIAS CON UN AMOR EXTRAORDINARIO

 

Podemos hacerle alguna/as de las siguientes preguntas a los jóvenes:

¿Qué te sugiere la frase?

¿Qué piensas que significa?

¿Por qué es importante ponerle amor a las cosas que hago cada día?

¿Cómo le puedo poner amor a cada cosa que hago? Que pongan ejemplos concretos.

 

Después del diálogo el responsable lee este cuento:

 

    “ Había una vez un santo hindú en África. Vino a la India en peregrinaje, a los Himalayas, particularmente a los sagrados templos hindúes de Badrinath y Kedarnath. Estos son lugares muy difíciles de alcanzar… Mucha gente simplemente no volvía; se llegaba a través de pequeños senderos al borde de precipicios de 3,000 m. de profundidad, con nieves perpetuas. Tan sólo un pequeño resbalón y todo habría acabado… El sannyasin hindú iba cansado, aún llevando muy poco equipaje…

     Delante de él vio a una niña, que no tendría más de diez años, cargando a un niño, muy gordito, sobre sus hombros. Ella iba sudando, respirando pesadamente, y cuando el sannyasin pasó a su lado le dijo: “Hija mía, debes de estar muy cansada. Llevas mucho peso sobre ti”.

     La niña se enfadó y le dijo: “Tú eres el que lleva peso. Esto no es un peso, esto es mi hermanito”.

      Era verdad que había una diferencia… La niña tenía razón: “Tú eres el que lleva el peso, no yo. Este es mi hermanito y yo le amo”.

      El amor puede cancelar la gravedad, el amor puede anular cualquier peso. Cualquier respuesta que surja del amor será hermosa. Sin amor, la responsabilidad es fea y simplemente muestra que tienes mente de esclavo”.

 

Se puede dejar, si se quiere, algún tiempo para que comenten este cuento.

El responsable les puede explicar que las cosas cotidianas podemos hacerlas de dos maneras: haciéndolas simplemente o haciéndolas poniéndoles todo nuestro amor. Esto es lo que va a hacer que seamos más felices: EL AMOR.

Como la niña del cuento que no veía una carga llevar a su hermano porque lo quería. Las cosas pueden resultarnos pesadas, monótonas, aburridas, cansadas…el amor tranforma lo que vivimos.

Dios es amor. El nos amó primero y es en el amor donde nos encontramos con El. El encuentro con el Señor nos mueve a amar. Si no tenemos amor no tenemos nada. Todo lo que hagamos y vivamos estará incompleto, vacío…

 

2.    Tu Palabra nos da VIDA

Leemos la siguiente lectura de San Pablo

I Cor 13, 1-13

 Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
 Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas,  si no tengo amor, no soy nada.

 
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
 El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.

 
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.

 
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. 
 Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño,  pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.

 
 En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.

 

3.    La vida en oración

Volvemos a escuchar la canción con la que comenzamos el equipo: “Si no tengo amor”.

Después se les invitan a que completen la frase: “Si no pongo amor en lo que hago…” y a que la compartan con los demás.

 

 

4.    Entrega tu VIDA

 

El responsable entrega a cada uno de los juveniles un corazón (que llevará previamente recortado) en el que escribirán una o más situaciones del día siguiente en la que van a actuar con amor.

Al comienzo del siguiente equipo pueden revisar cómo les ha ido y las dificultades con las que se han encontrado para llevar esto a cabo.

 

 

 

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Diego Ernesto