día 5
En los momentos de lucha
Dios te escucha.
DIEGO ERNESTO
Liberación del hombre es liberarlo de los males que repercuten en el hombre, tanto en el ámbito social como individual: pobreza injusta, opresión, guerra, paro, incultura, comercialización de lo sexual, hambre, falta de vivienda, falta de empresas laborales con espíritu cristiano, falta de adecuadas diversiones para la juventud e infancia, enfermedades, drogas, delincuencia. A todo esto y otras cosas más debe atender el Mies en su deseo de liberar al hombre.
La tónica general para un Mies es “pasar en zapatillas”. Huir del triunfalismo, del ruido, de lo multitudinario. Nuestro espíritu es lo sencillo, lo normal en una vida de amor al estilo de nuestros Patronos o inspiradores (Santa Teresita, Carlos de Foucauld, san Francisco de Asís, san Juan de Dios, san Juan Bosco, sor Ángela de la Cruz…).
Somos revolucionarios, pero como lo fueron María, San José y estos santos enumerados; en el silencio de una vida sacrificada y entregada al máximo, atendiendo a todos los pequeños detalles de amor y servicio.