día 2

Comparte tu parte

 

Colaborar con ONG´s, compartir, solidaridad. Justicia social. Compromiso social. Voluntariados. Generosidad. Ecología. Necesidades físicas.

 

EQUIPO

  1. Título del tema.

LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED

LEMA: COMPARTE TU PARTE

 

  1. Objetivos
  1. Ayudar a nuestros juveniles a que se preocupen por los demás.
  2. Valorar la SUERTE que tenemos por todo lo que tenemos.
  3. Entender la solidaridad como una actitud imprescindible para nuestro auténtico valor como personas.
  4. Descubrir la interacción de nuestras relaciones con los demás, en el sentido de que lo que les ocurre a los demás también nos afecta a nosotros.

 

  1. Llenarse para dar

Son los que tienen hambre y sed. Los que tienen necesidades físicas reales. Aquellos que acuden a Cáritas, a comedores sociales y también en el compañero de clase al que no le pueden poner un bocata para el recreo. Seguir a Cristo nos llevará a colaborar con todas esas asociaciones o incluso a hacerle un bocata al que no tiene. También hará que seamos respetuosos con la comida y con el agua que muchas veces derrochamos. Nos hará generosos con lo que tenemos.

Aquí poner qué habrá de documentos…

Y yo como responsable, ¿me preocupo por los que menos tienen? ¿Rezo por ellos?

 

  1. Orientaciones para desarrollar el tema en el grupo

Empezamos el equipo con las preguntas que aparecen en PARTIMOS DE LA VIDA. Son preguntas para entrar en contacto con el tema.

En la parte de TU PALABRA NOS DA VIDA, viene un cuento y unas preguntas. También hay una pequeña lectura de los Hechos de los apóstoles.

La parte de LA VIDA EN ORACIÓN es de compartir y pedir por personas que sepamos necesitan ayuda.

También hay 3 anexos con una dinámica, un cuento y una canción.

 

 

EQUIPO

  1. Partimos de la vida

¿Qué ONG,s conocéis? ¿Conozco personas que necesiten ayuda material de verdad? Si es que si, ¿Puedo hacer algo? ¿Colaboro en alguna asociación para ayudar a los más necesitados?

 

  1. Tu palabra nos da vida

EL ESPEJO

“Cristian casi no vio a la señora, en el auto parado al costado de la carretera. Llovía fuerte y era de noche. Pero se dio cuenta que ella necesitaba ayuda.
Así paró su coche y se acercó. El coche de la señora olía a tinta, de tan nuevo. La señora pensó que pudiera ser un asaltante. Él no inspiraba confianza, parecía pobre y hambriento.
Cristian percibió que ella tenía mucho miedo y le dijo: “Estoy aquí para ayudarla, no se preocupe. ¿Por qué no espera dentro que está más calentito? A propósito, mi nombre es Cristian”
Bueno, lo que pasaba es que ella tenía una llanta pinchada y para colmo era una señora de edad avanzada, algo bastante incómodo. Cristian se agachó, colocó el gato mecánico y levantó el auto. Luego ya estaba cambiando la llanta. Pero quedó un poco sucio y con una herida en una de las manos…

Cuando apretaba las tuercas de la rueda, ella abrió la ventana y comenzó a conversar con él. Le contó que no era del lugar, que solo estaba de paso por allí y que no sabía cómo agradecer por la preciosa ayuda. Cristian apenas sonrió mientras se levantaba.
Ella preguntó cuánto le debía. Ya había imaginado todas las cosas terribles que podrían haber pasado si Cristian no hubiese parado para socorrerla. Cristian no pensaba en dinero, le gustaba ayudar a las personas…
Este era su modo de vivir. Y respondió: “Si realmente quisiera pagarme, la próxima vez que encontrase a alguien que precise de ayuda, dele a esa persona la ayuda que ella precise y acuérdese de mi”…
Algunos kilómetros después la señora se detuvo en un pequeño restaurante. La camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado cabello y le dirigió una dulce sonrisa.
La señora notó que la camarera estaba con casi ocho meses de embarazo, pero la misma no dejó que la tensión y los dolores le cambiaran su actitud…

La señora quedó curiosa en saber cómo alguien que teniendo tan poco, podía tratar tan bien a un extraño. Entonces se acordó de Cristian. Después que termino su comida, y mientras la camarera buscaba cambio, la señora se retiró.
Cuando la camarera volvió quiso saber dónde la señora pudo haber ido, cuando notó algo escrito en la servilleta, sobre la cual tenía 5 billetes de 100 euros.
Le cayeron las lágrimas de sus ojos cuando leyó lo que la señora escribió. Decía:
Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien…
Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, se acostó en la cama, su marido ya estaba durmiendo y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora dejó escrito…
¿Cómo puede esa señora saber cuánto ella y el marido precisaban de aquel dinero? Con el bebe que estaba por nacer el próximo mes, todo estaba difícil…

Quedó pensando en la bendición que había recibido, y sonrió.
Agradeció a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a su lado, le dio un beso suave y susurró:
-Todo estará bien; te amo… Cristian!

LA VIDA ES ASI… UN ESPEJO… TODO LO QUE TÚ DAS, VUELVE A TI

 

Preguntas para compartir:

  1. ¿Qué os ha parecido el cuento?
  2. ¿Podemos hacer actos de este tipo, sin esperar nada a cambio?

 

En Hechos de los apóstoles 2:44-45 la Biblia dice: "Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. Vendían sus posesiones y bienes, y lo repartían a todos según sus necesidades". La familia de Dios funciona mejor cuando sus miembros trabajan juntos. Debemos esforzarnos para ayudarnos los unos a los otros en nuestras iglesias, así como en nuestras comunidades.

 

 

 

c.    La vida en oración

Se les da un tiempo para que piensen en alguna persona particular, o grupos de personas, a los que les hace falta algún tipo de ayuda. Pasado ese tiempo, lo escriben y comparten en el grupo.

La primera ayuda que podemos ofrecerles a esas personas, que sea nuestra oración. Después podría venir la acción.

 

 

d. Entrega tu vida

¿Ayudo a los demás todo lo que puedo? Si ayudo, ¿lo hago esperando algo a cambio, o por el contrario, me pasa como a Cristian, que me gusta ayudar a los demás? ¿De qué forma puedo ayudar a los demás con mi realidad? Poner algún compromiso concreto para cuando estén en Málaga.

 

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Diego Ernesto

lectura bíblica