1. PARTIMOS DESDE LA VIDA
El responsable leerá el siguiente cuento:
"No Queremos Inmigrantes"
Era la noche de Navidad y en todas las casas se disponían las
familias para celebrar la Nochebuena. De pronto, en el silencio
de la noche, se oyó un fuerte ruido en la calle. Algunas
personas se asomaron con miedo a sus ventanas y vieron a un
grupo de hombres encapuchados que habían tirado varios adoquines
contra el escaparate de un bazar, y pintaban con una brocha en
la pared "¡Fuera extranjeros!"... "¡España para los
españoles!"...
El bazar era propiedad de un inmigrante marroquí, que se había
instalado en el barrio siete años atrás y vivía en un piso
cercano con su mujer y tres hijos que estudiaban en el colegio
de allí mismo.
La gente, muy asustada, corrió las cortinas o cerró sus
ventanas. Al poco rato, siguieron con sus preparativos de la
cena de Navidad. Nadie se atrevió a llamar a la policía. Los
asaltantes se marcharon tan tranquilos y con grandes risotadas.
Al poco rato dentro de la tienda se oyeron algunas voces:
"¡Vámonos a nuestra tierra!"... "Pero ¿te has vuelto loco? ¿Cómo
nos vamos a ir?"... "¿Es que no te das cuenta que acá no nos
quieren?.. Ea, vámonos ahora mismo"
Y el bazar empezó a bullir como si fuese un hormiguero. El Café
se marchó enseguida para Colombia y Brasil de donde habían
venido hacía muchísimos años. El té cogió un vuelo chárter para
India, Camerún y Ruanda. Los collares de diamantes sacaron vuelo
Lara Sudáfrica, Sierra Leona y Congo. Los anillos y otras
prendas de oro se fueron, muy irritados, también a Sudáfrica y
Latinoamérica.
Las telas de algodón, prepararon su pasaporte a Egipto, y las
sedas a China. Toda la ropa vaquera se fue a Estados Unidos. La
carne, muy enojada hizo sus maletas a Uruguay y Argentina, y las
bananas partieron a Guatemala, Colombia, Nicaragua y Ecuador. El
maíz y las patatas se repartieron por todos los países de
Latinoamérica, donde habían nacido sus tatarabuelos. El cobre se
fue a Chile y el níquel a Nigeria...
Y así, poco a poco, cada cosa se marchó a su país de origen. El
bazar se iba quedando casi vacío. La gente del barrio, volvió a
asomarse a sus ventanas al sentir tanto movimiento en la calle,
de extranjeros que se largaban tan enfadados. Se reían de ellos
y se encogían de hombros diciendo: "Bueno, que se vayan! Aquí
tenemos de sobra y nuestras fábricas producen de todo"... En ese
mismo momento, el fuego de sus cocinas se apagó: la comida se
estropeó y sus hornos dejaron crudo el pavo, pues el gas se
marchó volando a Argelia. Así que tuvieron que pedir, en todos
los hogares, urgente una pizza, pero les contestaron que el
servicio había quebrado: ¡Todas las pizzas se habían ido a
Italia sin avisar!
Dispuestas a no quedarse sin cena navideña, muchas familias
cogieron sus coches para ir a algún restaurante que quedase
abierto, pero... ¡no había gasolina en sus depósitos ni en las
estaciones de servicio!... El petróleo se fue a Venezuela y al
Golfo Pérsico. Además los coches habían quedado hechos una
birria: el caucho de las ruedas, también, se había ido a su país
y las carrocerías parecían de chicle, pues el aluminio, el
hierro, el plástico, etc. Ya no estaban, tampoco.
¡Vaya Navidad!... Casi desesperados, con mucha hambre y
aburridos, unos conectaron el ordenador para pasar el tiempo con
un video-juego, otros marcaron mensajes en sus teléfonos
móviles. Pero tampoco pudieron hacerlo: nadie sabía que esos
mecanismos funcionan con un mineral llamado coltán, que fue el
primero en irse al Congo, de donde lo habían traído
recientemente. Además, estos utensilios tan modernos, ya habían
reservado billete para Japón, Taiwán y Tailandia.
"¡Bueno, no pasa nada!" Encendamos la chimenea y cantemos "Noche
de Paz"... se dijeron unos a otros para animarse. Más ni
siquiera eso pudieron cantar: el villancico había regresado a
Austria a vivir en casa de su compositor.
Entonces, aquella gente de aquel barrio, miró con lágrimas de
arrepentimiento la pintada del bazar: "¡Fuera extranjeros!"... y
pensaron que no debieron haber permitido a aquellos brutos hacer
tal barbaridad.
REFLEXIÓN SOBRE EL CUENTO:
1. ¿Por qué crees que los inmigrantes salen de sus países de
origen?
2. ¿Qué crees que buscan los inmigrantes cuando llegan a un país
más "desarrollado"?
3. ¿Podemos llamar "desarrollado" a un país que no acoge a los
extranjeros?
4. ¿Sabías que todos esos productos que usamos habitualmente
tienen su origen en el extranjero?
2. TU PALABRA NOS DA VIDA
"Así dice Yahveh: Practicad el derecho y la justicia, librad al
oprimido de manos del opresor, y al forastero, al huérfano y a
la viuda no atropelléis; no hagáis violencia ni derraméis sangre
inocente en este lugar."
Jeremías 22,3
3. LA VIDA EN ORACIÓN
¡Oh Cristo!
Peregrino, tú que hiciste de tu vida toda una caminata al
encuentro de los hermanos a fin de llevarlos al Padre, nosotros
te pedimos por los migrantes más pobres y abandonados.
Señor, condúcelos
para una tierra que los alimente sin quitarles la identidad y
sin explotarlos.
Tu Espíritu los
fortalezca en el amor y en la esperanza, para prosiguier en
rumbo a la Tierra Prometida, viviendo la justicia, la
solidaridad y la paz. Danos la gracia de acogerlos con fe y
caridad, ayudándolos a caminar con ánimo y confianza.
María, Madre de los
migrantes, nosotros los colocamos bajo tu amparo maternal.
Bendícelos y
condúcelos al encuentro con el Padre. Amén.
4. ENTREGA LA VIDA
El compromiso queda pendiente para la vuelta a casa: Tener
actitud de acogida con los niños que lleguen nuevos a la
parroquia, sean de donde sean, igualmente en el colegio y
revisar este compromiso durante el curso en el grupo de la
parroquia. |