día 2
De servicio y renuncia gozosa
es la vida religiosa
EQUIPO 1. Partimos de la vida
Os propongo la dinámica de “La Balsa”, solo que un poco adaptada. Esta dinámica consiste en hacer creer a los juveniles que están en una balsa y que intentan llegar a una isla pero que de pronto notan que está entrando agua y uno debe saltar para que el resto llegue (no hay posibilidades de rescate para el que se arroje al agua). Tendrán que decidirse en 5-7 minutos. Deben justificar quién se debe tira al agua. Esta parte de la dinámica conviene hacerla de pie, situados todos lo más juntos posibles como si realmente estuvieran en la balsa (Se pueden poner cuerdas o pintar en el suelo el espacio que simula la balsa y del que no pueden salir). Alternativas: Si el grupo es muy numeroso podemos hacer varias balsas; Otra alternativa es tener que decidir que se arroje una segunda persona en un par de minutos más. Una vez tomada la decisión y lanzado al agua. Es el momento de reflexionar. Para ello usaremos preguntas como: - ¿Cómo se sienten? ¿Qué sucedió en los grupos? ¿Cómo tomó cada persona su posición, su decisión? ¿Qué razones, valores e ideologías se manejaron? - ¿Existió consideración para todos los miembros del equipo? ¿Hubo burlas hacia las opiniones? ¿Se presentó violencia? ¿Hubo sacrificio personal? - ¿Cómo sintieron el transcurrir del tiempo? ¿Hubo un tiempo del grupo y un tiempo de la persona? - ¿Cómo se tomaron las decisiones dentro del grupo? ¿Mayoría? ¿Consenso? ¿Unos pocos opinaron y las impusieron a los demás? ¿Hubo un líder en el grupo? ¿Hubo dependencia de una o dos personas para tomar la decisión? ¿Por qué? ¿Hubo un negociador? ¿El negociador también fue líder dentro del grupo? ¿Se tomó una decisión fuera de las reglas del ejercicio? ¿Quién la propuso? ¿Si no se llegó a un acuerdo, qué sintieron?
Tras la dinámica encaramos el tema: En el mundo necesitamos personas que renuncien para que los demás tengan vida. Esta es la razón se ser de los sacerdotes y los religiosos/as, renunciar a su vida para ser respuesta de Dios a una necesidad en el mundo, es la entrega desde el servicio. Así como el sacerdote hace presente a Cristo Eucaristía, Cristo Sacramento, las distintas órdenes religiosas hacen presente a Cristo en realidades como las cárceles, barrios marginales, los comedores sociales, hospitales, escuelas, oración diaria y constante... Podemos preguntar por las órdenes que conocen y/o a la actividad a que dedican su ser.
Para finalizar esta parte: Le pediremos a nuestros juveniles que reflexionen un momento sobre lo que hemos aprendido y contesten a: Antes pensaba-Ahora pienso. Es decir, tendrán que exponer qué idea tenían antes sobre la vida religiosa y sacerdotal, y qué piensan después de haber estado hablando y conociendo esta vocación.
2. Tu Palabra nos da VIDA
Del Evangelio según san Lucas 14, 25-33
Mucha gente acompañaba a Jesús; Él se volvió y les dijo: Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío. Así ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no pudo acabar." O ¿qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Así pues, todo aquel de vosotros que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.
Podemos Cantar: Ven, no apartes de mí los ojos, te llamo a tí te necesito para que se cumpla en el mundo el plan de mi padre. 3. La VIDA en oración
Invocamos al Espíritu Santo: Ven, Espíritu Santo, dame tu gracia para saber renunciar a todo lo que pueda distraer mi oración, porque quiero seguirte y vivir centrado en Ti, trabajar por Ti, sufrir por Ti, gozar por Ti, amar por Ti y buscarte en todo y siempre.
Meditación del Papa Francisco Jesús dice a sus discípulos: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y venga conmigo". Este es el estilo cristiano porque Jesús ha recorrido antes este camino. Nosotros no podemos pensar la vida cristiana fuera de este camino. Siempre está este camino que Él ha hecho antes: el camino de la humildad, el camino también de la humillación, de negarse a uno mismo y después resurgir de nuevo. Este es el camino. El estilo cristiano, sin cruz no es cristiano, y si la cruz es una cruz sin Jesús, no es cristiana. El estilo cristiano toma la cruz con Jesús y va adelante. No sin cruz, no sin Jesús. Jesús ha dado el ejemplo y aún siendo igual a Dios, se humilló a sí mismo, y se ha hecho siervo por nosotros. Este estilo nos salvará, nos dará alegría y nos hará fecundos, porque este camino de renegarse a sí mismo es para dar vida, es contra el camino del egoísmo, de estar apegado a todos los bienes solo para mí... Este camino está abierto a los otros, porque ese camino que ha hecho Jesús, de anulamiento, ese camino ha sido para dar vida. (Cf. S.S. Francisco, 6 de marzo de 2014, homilía en Santa Marta). Os propongo la canción de Black eyed peas, “Wheres is the love?”. La canción habla de diferentes realidades en las que encontramos a personas sufriendo. En el estribillo dice La gente matando, la gente muriendo. Los niños heridos y los escuchas llorar. ¿Puedes practicar lo que predicas? ¿O pondrías tú la otra mejilla? Padre, Padre, Padre, ayúdanos. Envíanos alguna orientación desde arriba porque la gente me cuestiona: ¿Dónde está el amor? ¿Dónde está el amor, el amor, el amor?
4. Entrega tu VIDA
¿A qué puedo renunciar HOY para que las personas que me rodean puedan descubrir el Amor que viene de Dios Padre?
Esta parte del tema podemos hacerla con el cuento “Te hice a ti”.
“Te hice a ti”
Era un día lluvioso y gris. El mundo pasaba a mi alrededor a gran velocidad. Cuando de pronto, todo se detuvo. Allí estaba, frente a mí: una niña apenas cubierta con un vestidito todo rotoso que era más agujeros que tela. Allí estaba, con sus cabellitos mojados, y el agua chorreándole por la cara. Allí estaba, tiritando de frío y de hambre. Allí estaba, en medio de un mundo gris y frío, sola y hambrienta. Me encolericé y le reclamé a Dios. "¿Cómo es posible Señor, que habiendo tanta gente que vive en la opulencia, permitas que esta niña sufra hambre y frío? ¿Cómo es posible que te quedes ahí tan tranquilo, impávido ante tanta injusticia, sin hacer nada?". Luego de un silencio que me pareció interminable, sentí la voz de Dios que me contestaba: "¡Claro que he hecho algo! ¡Te hice a ti!".
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