día 2
De servicio y renuncia gozosa
es la vida religiosa
DIEGO ERNESTO
Ideario Mies
Sacerdocio
C. 15 p 203
El sacerdote ministerial nos da la Eucaristía, el perdón de los pecados y la misma continuidad de sacerdotes. Sin los presbíteros la Iglesia no podría subsistir; ellos son realmente el puente que une a Dios con nosotros, y nos llenan de la vida sobrenatural.
Vida Consagrada
C 12 P. 168-69
¡A esto se le llama ser consagrado! A esta renuncia total, a esa entrega sin condiciones, a ese amor sin límites.
Por esta razón tú no pediste para tus discípulos una vida tan radical como la tuya; se la pediste sólo a algunos pocos: a Pedro, Santiago, Juan... ¡A los doce! Por supuesto, también se la pediste a tu Madre aun antes de nacer tú. Pero a los demás, que después serían tus cristianos, les pedías que fuesen santos, pero la santidad ya es sólo tender a la perfección según la generosidad de cada uno y las gracias sobrenaturales que hubiera conseguido. Pero orientarme hacia la perfección, luchar por conseguirla, tender hacia ella, no es igual que comprometerse, consciente y voluntariamente, contigo y con tu Iglesia a vivir ya de hecho, con ese radicalismo de tu vida, ¡oh Cristo mío!
Todo cristiano anuncia de hecho la vida futura. Pero nadie como un consagrado a Dios y a los hombres para llevar una vida como la tuya puede proclamar a la tierra entera que existe un amor que está «más allá de las cosas».
Un hombre que es capaz de esperar contra toda esperanza está diciendo a todos que hay un cielo, una vida sobrenatural y una fuerza eterna.