Día 5: María, junto a la cruz, madre
nuestra y de Jesús
1.- Partimos de la vida.
María
fue de las pocas que se mantuvo junto a Jesús, su hijo, junto a la cruz, en uno
de los momentos más duros y dolorosos. Y ahí, en medio de ese dolor, Jesús nos
la regala como madre a todos nosotros.
Estar
junto a la cruz es muy difícil, hay que ser muy valiente para estar ahí. Pero
María sabe ver que la cruz no es un fracaso, es el paso a la Resurrección y a
la salvación. Ella es fiel hasta el final y sabe ver a Dios en medio de esa
oscuridad.
En
el equipo trataremos de profundizar en dos virtudes de María: en primer lugar,
en la fidelidad y constancia de María, aún en los momentos más difíciles; y, en
segundo lugar, el consuelo y compañía que nos da como Madre que nos quiere y
acompaña. Esto no quiere decir que resuelva nuestros problemas o nos libre de
ellos, sino que estará a nuestro lado en las dificultades para superarlas.
Para
ello haremos una dinámica con el grupo: usaremos las gafas de María. Con las
fotos que se adjuntan (enfermedad, guerra, hambre, violencia, etc.)[1]
haremos turnos: primero un miembro del grupo describirá lo que se ve en la foto
y lo que sugiere. A continuación, otro niño o niña describirá la misma foto pero en positivo. Por ejemplo, en la foto del hospital
se puede ver una habitación de hotel, la recuperación, gente que se preocupa
por uno, etc. (Quizás en la primera foto el responsable tenga que ayudar un
poco para que los niños sepan cómo hacerlo).
La
finalidad de la dinámica es hacerles ver que se pueden sacar cosas positivas en
la adversidad y, en segundo lugar, que para poder usar las gafas de María hay
que estar cerca, si no, no veremos nada.
2.- Tu Palabra nos da Vida.
Jn 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús estaban su
madre, la hermana de su madre, María de Cleofas y
María la Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al lado al discípulo predilecto,
dice a su madre:
-- Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Después dice al discípulo:
-- Ahí tienes a tu madre.
Desde aquel momento el discípulo se la
llevó a su casa.
Despúes de
leer el texto, el responsable dirigirá un pequeño diálogo con los miembros del
grupo para ver qué nos quiere decir:
-
¿Hay muchos amigos de Jesús al pie de la cruz o pocos? ¿Por qué y cómo estaría
María ahí? ¿Qué hacemos nosotros cuando vemos a un amigo con problemas?
-
¿Qué quiere decir que María es nuestra Madre? ¿La tratamos como a tal? ¿Estoy
cercano/a a Ella?
3.- La vida en oración.
Hacemos
una pequeña oración en la que cada niño le dedicará una petición o acción de
gracias a María, a lo que el resto del grupo contestará:
Mamá, acompáñame siempre en mi vida.
4.- Entrega tu vida
Podemos
hacer un compromiso de grupo para el campamento que puede ser rezar por la
noche tres Ave María, como Bosco aconsejaba, y animarlos a seguir esa
costumbre. Se puede encargar cada día a uno del grupo.
Si
se ve oportuno se pueden hacer compromisos individuales en los que cada niño
haga un regalo a nuestra Madre: una
manualidad y ofrecerla en la capilla, una jaculatoria, ofrecer algo que nos
cueste un pequeño esfuerzo…