La asociación MIES está abierta a cuantas iniciativas apostólicas, sociales, culturales, educativas, laborales, etc., sean propuestas a través de los cauces adecuados. En el modo de la evangelización propia de MIES no atendemos más a lo terreno y humano que a lo sobrenatural, o a la inversa. La misión y el estilo que ha de caracterizarla abarcan ambas dimensiones como una unidad de sentido, tanto en los métodos como en los fines. La evangelización, ya lo hemos dicho, no es sólo llevar a los niños y a los jóvenes al encuentro con Jesucristo, es también trabajar por su promoción humana, por su crecimiento integral como personas y a la plena satisfacción de sus derechos fundamentales, e incluso, en un momento dado, sólo a estos últimos. Nuestros proyectos apostólicos y nuestros centros han de estar necesariamente impregnados de este carácter social, por ser también esencialmente evangélica la lucha contra todo aquello que dificulte a los niños y a los jóvenes el acceso a una vida digna.
La realidad de los niños y los jóvenes constituyen para nosotros una llamada a diversificar nuestro apostolado a través de otras opciones distintas a la de los centros parroquiales. Es necesario destacar algunos mundos actuales a los que estamos igualmente llamados: el campo de la marginación, minusvalía y enfermedad, el mundo estudiantil, de la cultura y de las artes, la preocupación ecológica y la contemplación de la creación, los jóvenes inmigrantes, el mundo del trabajo joven, la promoción de la mujer desde el trabajo con niñas y jóvenes, realidades familiares múltiples, la pastoral universitaria, etc. Es necesario, por tanto, ser creativos. No obstante, esta creatividad, insistimos otra vez, no es más que un medio que ha de respaldarse con el celo y la entrega.
Pero ¿cómo dar cabida a estas nuevas formas cuando apenas llegamos a cubrir los campos apostólicos que ya tenemos? Esta es la inapelable pregunta que se puede plantear cualquiera de nosotros. No será fácil diversificar nuestras formas de atención a los niños y jóvenes si faltan viñadores que vayan a la vid, por más ilusión que pongamos en ello y más apremiante que sea la necesidad de una solución.
Desde la válida periodización pastoral AMISTAD - PALABRA - SACRAMENTOS, Mies apuesta, entre otros, por el método de revisión de vida (ver - juzgar - actuar) por entender que ayuda a integrar en la vida aquellos compromisos que se juzguen necesarios, oportunos y realistas.